CCOO celebró una conferencia de memoria democrática junto a Isabelo Herreros, autor del informe sobre las víctimas sin identificar que se encuentran en el cementerio municipal. Dio detalles sobre un bombardeo histórico en la carretera del Valle.
Hace apenas un mes, el Ayuntamiento de Toledo ofreció detalles sobre un informe que encargó a la asociación ‘Manuel Azaña’ para que cuantificara el número de víctimas franquistas que se encuentran en el cementerio municipal. Los primeros resultados fueron realmente impactantes, con 1.747 personas que murieron por esta causa, de las que 783 están todavía sin identificar. Uno de los participantes en esta investigación es el periodista Isabelo Herreros. El pasado jueves 7 de abril, él plasmó sus conocimientos adquiridos en el estudio en una conferencia en la sede de CCOO.
Entre muchas cuestiones, Herreros destacó que las casi 2.000 víctimas halladas en el camposanto toledano pertenecen a fusilamientos franquistas entre el 28 de septiembre de 1936 y el año 1947. El investigador matizó que, pese a que el último fusilamiento contabilizado en la ciudad fue a una mujer tres años antes, en 1944, «hubo que ampliar este período de tiempo porque había una población tremenda de presos». En este sentido contó que, al no haber cárceles para mujeres en Toledo, las presas de la época se trasladaban a Amorebieta. Preguntado sobre si la elaboración del estudio le sorprendió por los hallazgos dijo que no, porque ya estaba acostumbrado a este tipo de procesos, pero sí que le llamó la atención «la cuantía de víctimas». A lo que añadió que «superó sus expectativas». Para ellos, como autores del informe, ven prioritario que lo organicen las instituciones como ha ocurrido con el Ayuntamiento de Toledo para que, una vez terminado, «se proceda a dignificar el cementerio y se reconozca a las víctimas y a sus familias».
A modo de anécdota, Isabelo Herreros narró una masacre que se produjo en Toledo y que «es muy difícil de cuantificar». Al igual que ocurrió en la ‘desbandá’ de Málaga en 1937, y tras conocer la masacre de Badajoz, Herreros desveló que en Toledo se instaló el pánico con la llegada de las tropas marroquíes y de la legión a la ciudad: «En ese momento, decidieron huir hasta los que no tenían pensado hacerlo en un principio». De modo que, según el periodista, los toledanos salieron por la barca de Pasaje o por el puente de Alcántara hacia la carretera del Valle y Cobisa en dirección a las zonas republicanas instaladas en los Montes de Toledo. «A raíz de esa huída en cadena se va a producir un ametrallamiento y bombardeo desde el Alcázar que corroboraron con tres aviones de masacre». Para después, «presumir de ello en las crónicas franquistas», dijo Herreros.
MEMORIA DEMOCRÁTICA. Esta conferencia está dentro del programa que CCOO organiza en esta materia. Su secretaria de Organización, Mayte García, las consideró importantes «para no cometer así los mismos errores en el futuro».
Artículo original de Jaime Galán https://www.latribunadetoledo.es/