Hoy 8 de Marzo, Día De La Mujer Trabajadora, conviene recordar con datos históricos, los Proyectos Sociales que la II República intentó implantar para la emancipación de la mujer, como persona adulta y no sujeta a la tutela de padres, maridos, hermanos o tutores.
Así, la Constitución de 1931, en su artículo 25, citaba expresamente la igualdad de todas las personas independientemente de su sexo:
“No podrán ser fundamento de privilegio jurídico: la naturaleza, la filiación, el sexo, la clase social, la riqueza, las ideas políticas ni las creencias religiosas”.
El 1 de octubre de 1931, sus Cortes, aprobaron el derecho al sufragio femenino.
El primer gobierno de la República legisló, desde el primer día, en favor de una educación laica, MIXTA y obligatoria.
Se aprobó el Seguro Obligatorio de Maternidad que introdujo un servicio estatal de atención sanitaria, de descanso maternal y de subsidios a las madres trabajadoras.
En 1937, ya en plena Guerra Civil, por iniciativa de la ministra de Sanidad, Federica Montseny, se aprobó la primera Ley del Aborto que llegó a aplicarse en Cataluña.
Todos estos derechos, todas estas leyes emancipadoras e igualitarias, sufrieron el olvido y fueron truncadas por el golpe de estado fascista que derivó en la guerra civil y la dictadura franquista.
Fueron miles las mujeres milicianas que lucharon en los diferentes frentes de la Guerra Civil Española en defensa de sus derechos y por la República. Fueron, también, miles las que sufrieron la feroz represión del franquismo, con cárcel, con violaciones, hambre y con la muerte.
Hoy, casi 50 años después de la muerte del Dictador, con grandes avances en democracia, la lucha #feminista y republicana, continua.