homenaje a Manuel Azaña

La asociación Manuel Azaña participó en unas Jornadas sobre el exilio republicano y en el homenaje al presidente Azaña en Montauban en el 81 aniversario de su muerte

Paz, piedad, perdón…

Así reza la tumba de Manuel Azaña en el cementerio de Montauban. Autoridades francesas, el Alcalde de Montauban junto a los representantes
regionales y comarcales de la región de Tar y Gerona, asociaciones culturales y políticas, y familiares del exilio republicano español en Francia, le rindieron el tradicional homenaje, organizado desde hace años por la Association Présence de Manuel Azaña, en el aniversario de su muerte en
el hotel du Midi, un tres de noviembre de 1940.

Al homenaje y a las jornadas sobre el exilio republicano español que también organizó la Asociación Presencia de Manuel Azaña, de la mano de su presiente Jean-Pierre Almalric, acudieron este año los compañeros Isabelo Herreros, presidente de la Asociación Manuel Azaña, Pedro Carlos Díaz Zazo y Joaquín Iborra, en representación de la propia asociación y del
republicanismo español.

El homenaje fue precedido por una serie de charlas y ponencias que durante dos días han dado un perfil académico y humano al exilio republicano español en Francia. Las figuras políticas de Negrín, Largo Caballero, Rodolfo Llopis, Federica Montseny, Manuel Irujo, Dolores Ibárruri, Diego Martínez Barrio, Lluis Companys, María Casares, pasaron por delante de nosotros y las exposiciones y los debates posteriores enriquecieron sus figuras y nuestra memoria de la mano de historiadores como Manuela Aroca, Rafael Quiroja-Cheyrouse, Bruno Vargas, Angel Herrerin, Josú Chueca o Hernández Sánchez.

Así mismo, se rindió, también, homenaje a las familias de los políticos republicanos en el exilio y a como estas familias y descendientes vivieron sus duras condiciones. Sus historias personales y vivencias, humanizaron sus figuras. Entre los familiares estaban presentes José Carrillo y Antonio Just.

Muy emotiva fue la presencia de Antonio Just, hijo de Julio Just, que fue militante de Izquierda Republicana y ministro de Obras Públicas y miembro del gobierno en el exilio.

La nota gris fue, sin duda, el hecho de que la única institución española presente en el acto fuera el Ayuntamiento de Alcalá de Henares. Su Alcalde, Javier Rodríguez Palacios, participó en las jornadas y en el homenaje, y firmó el reforzamiento del hermanamiento entre Alcalá de Henares, cuna de Don Manuel, y Montauban, donde descansan sus restos.

Parece que después de la visita y homenaje del presidente Pedro Sánchez, en marzo de 2021, al único jefe de Estado español que no reposa en España; de nuevo, las autoridades españolas, dejan en el olvido al que fuera uno de presidentes de la II República y el que vivió, como tal, el momento más duro de la misma.

No parece muy coherente, que el Estado, a través de Patrimonio, mantenga a cargo de los Presupuestos Generales del Estado, el Mausoleo del dictador Franco en el Pardo, y no sea capaz de tener ni presencia de la Secretaría de Estado para la Memoria Democrática o del propio Ministerio de Exteriores,
en el homenaje a uno de presidente de la primera democracia plena en la historia de nuestro país.

Sería una buena muestra de salud democrática, de respeto a nuestra historia y al propio exilio republicano que tanto luchó por la libertad y para que España hoy sea una democracia, que la presencia del Estado en este tipo de actos sea constante y continuada, aunque solo fuera porque el estado español actual debiera considerarse heredero de las libertades que se consiguieron durante la II República.

Artículo original de Joaquín Iborra Ortega en Revista Política

QUIZÁS TE INTERESE...

1 Response

  1. Más de acuerdo no puedo estar. Es lamentable que el Estado español actual omita el homenaje debido al gran demócrata que fue don Manuel Azaña Díaz.