El acto, en el que ha participado el presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Alcalá de Henares (ARMHADH) Manuel Ibáñez, ha sido promovido por el profesor de la Universidad de Bordeaux Montaigne, Jesús Alonso Carballés, y ha contado con la colaboración de la profesora de la Universidad de Alcalá de Henares, Verónica Sierra.
El presidente de la II República Española, recibió el pasado 12 de agosto un homenaje en Pyla Sur Mer, localidad francesa cercana a Burdeos en donde vivió exiliado hasta poco antes de su muerte.
Ibáñez, durante el turno de palabra en el acto, ha expresado la gratitud por “gestos como este que nos recuerdan a grandes hombres que se enfrentaron al fascismo para defender los derechos y las libertades”.
Junto al presidente de la ARMHADH han estado presentes el cónsul de España en Burdeos, Rafael Tormo, así como una representación de autoridades locales encabezada por su alcalde, Jean-Jacques Eroles, así como el presidente de la Association Présence de Manuel Azaña, Jean-Pierre Amalric.
El homenaje ha consistido en la colocación de un placa explicativa junto a la vivienda donde residió el último presidente de la República Española. La casa, Villa Bella Costa, aún se conserva y fue el hogar en el exilio desde finales de 1939 de un Azaña ya enfermo y parte de su familia y colaboradores.
El 22 de junio de 1940 Francia firmó con Alemania el armisticio y el área de Burdeos, junto a la localidad de Pyla Sur Mer donde vivía Azaña se situaba en el área de ocupación nazi.
Para evitar caer en manos de la Gestapo y los servicios secretos franquistas una ambulancia trasladó al presidente de la República hacia Montauban, ya en zona del Gobierno de Vichi y en donde, creían, estaría más seguro.
Alojado en casa del doctor Cabello, antiguo amigo de la familia, es buscado por los nazis para arrestarle y entregarle al general Franco. Saqueada la Villa Bella Costa por la Gestapo, en Mountauban Azaña y el resto de acompañantes serán confinados a pesar de la mediación del gobierno mexicano. Azaña sufrirá un infarto cerebral el 16 de octubre de 1940 y morirá poco después el 3 de noviembre.
El mariscal Pétain, máximo responsable de la Francia colaboracionista con los nazis, prohibirá que se le entierre con honores de jefe de estado, así como la utilización de la bandera republicana. Finalmente sería exhumado cubierto con la bandera mexicana.
Fuente: alcalahoy.es