La editorial Renacimiento acaba de reeditar, probablemente la mejor obra, del escritor republicano Félix Urabayen . El prólogo ha sido realizado por Isabelo Herreros.
Ambientada en los años que preceden a la Segunda República, Tras de trotera santera puede que sea la novela más galdosiana de Urabayen. A diferencia de otras de sus obras, en esta el protagonista no es un visionario o redentor, que llega a una ciudad castellana imbuido de una misión regeneracionista en la meseta. En este caso se trata de un joven que vive feliz en una aldea de los valles navarros y que es llevado a Madrid, a instancias de su madre, una ricachona muy católica, antaño meretriz, que esconde esta maternidad, fruto de sus años de pecado, pero que vive confortada y bendecida por un entorno clerical que administra su patrimonio espiritual y también, sobre todo, el material. Esta doña Juana es una digna réplica de la doña Perfecta galdosiana, y capaz de financiar “una cruzada sangrienta, para instaurar en España la dictadura divina del sagrado corazón”. Juan Pablo, el hijo no reconocido, se rebelará muy pronto contra todo lo que representa su madre, la España católica y monárquica, y, incluso se comprometerá en toda suerte de conspiraciones republicanas. La novela es también una apretada crónica de todas las convulsiones políticas y sociales de aquellos años, a través de las andanzas del protagonista, así como del ambiente intelectual en la etapa de la dictadura de Primo de Rivera. Retrata muy bien, como en la mayoría de sus novelas, a los ministros del señor, que tienen igual dominio de los evangelios que de la Ley Hipotecaria.
Félix Urabayen (Ulzurrun 1883- Madrid 1943) Escritor vinculado a la generación llamada de 1914, aunque algunos estudiosos lo consideran un noventayochista rezagado, por su pasión galdosiana. Comparte con los escritores de su generación rasgos comunes como formación académica, europeísmo, afán por modernizar España, vinculación con la Institución Libre de Enseñanza, así como el activismo cívico y político. En los años veinte y treinta llegó a ser conocido en los círculos literarios madrileños, y se hicieron celebres sus Folletones en el diario El Sol, publicados entre los años 1925 y 1936. Algunas de sus novelas pueden ser consideradas de tesis, como lo fue su primera obra, Toledo Piedad, que tuvo gran éxito de crítica, y fue elogiada por críticos como Diez Canedo, Cansinos Asséns y Félix Lorenzo. De la segunda novela, La última cigüeña, escribió muchos años después Germán Bleiberg que “es una de las más delicadas novelas españolas de este siglo. Fue Urabayen el primer escritor, antes que lo hiciera Hemingway, que llevó a la literatura la fiesta de los sanfermines pamplonica, en El barrio maldito. Su última novela publicada en vida, Don Amor volvió a Toledo, fue utilizada en 1939 por los tribunales franquistas como pieza acusatoria para su encarcelamiento, por considerar que se burlaba en sus páginas del ejército y del patriotismo español.